Me ven ahora

28 de diciembre de 2012

A las vírgenes, para que aprovechen el tiempo


John William Waterhouse

To the virgins, to make much of time

Gather ye rosebuds while ye may,
Old Time is still a-flying:
And this same flower that smiles today
Tomorrow will be dying.

The glorious lamp of heaven, the Sun,
The higher he's a-getting
The sooner will his race be run,
And nearer he's to setting.

That age is best which is the first,
When youth and blood are warmer;
[But being spent, the worse, and worst
Times, still succeed the former.

Then be not coy, but use your time;
And while ye may, go marry:
For having lost but once your prime,
You may forever tarry.




A las vírgenes, para que aprovechen el tiempo

Coged las rosas mientras podáis;
veloz el tiempo vuela.
La misma flor que hoy admiráis,
mañana estará muerta.
La gloriosa lámpara celeste, el sol,
cuanto más alto ascienda
antes llegará a su camino
y más cerca estará del ocaso.
Los primeros años son los mejores,
cuando la juventud y la sangre están más calientes;
pero consumidas, la peor, y peores tiempos
siempre suceden a los anteriores.
Así que no seáis tímidas, aprovechad el tiempo
y mientras podáis, casaos:
pues una vez que hayáis pasado la flor de la vida
puede que esperéis para siempre

Robert Herrick (1591-1674)




13 de diciembre de 2012

El remordimiento Jorge Luis Borges



EL REMORDIMIENTO
 


He cometido el peor de los pecados
que un hombre puede cometer. No he sido
feliz. Que los glaciares del olvido
me arrastren y me pierdan, despiadados.


Mis padres me engendraron para el juego
arriesgado y hermoso de la vida,
para la tierra, el agua, el aire, el fuego.
Los defraudé. No fui feliz.

Cumplida no fue su joven voluntad. Mi mente
se aplicó a las simétricas porfías
del arte, que entreteje naderías.

Me legaron valor. No fui valiente.
No me abandona. Siempre está a mi lado
La sombra de haber sido un desdichado.
Jorge Luis Borges.
La moneda de hierro 1976

4 de diciembre de 2012

El arte de la guerra Sun Tzu (extractos)

Curiosa foto


 La principal regla de: El arte de la guerra, es no tener que recurrir a la guerra


El supremo arte de la guerra es someter al enemigo sin luchar.

Que la velocidad sea la del viento, y el ser compacto como lo es un bosque.

Luchar con otros cara a cara para conseguir ventajas es lo más arduo del mundo.

Lo supremo en el arte de la guerra consiste en someter al enemigo sin darle batalla.

Si no puedes ser fuerte, y sin embargo no puedes ser débil, eso resultará en tu derrota.

El general abarca las virtudes de sabiduría, sinceridad, humanidad, coraje y el ser estricto.

Maniobrar con un ejército es ventajoso. Maniobrar con una multitud indisciplinada, es peligroso.

Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso en cualquier lugar a donde vayas.

Las armas son instrumentos fatales que solamente deben ser utilizadas cuando no hay otra alternativa.

Cualquiera que tenga forma puede ser definido, y cualquiera que pueda ser definido puede ser vencido.

24 de noviembre de 2012

Lin Yutang



 "El hombre superior ama su alma; el hombre inferior ama su propiedad"

"Un placer como el de una conversación perfecta es necesariamente raro, porque los sabios rara vez saben hablar y los que hablan rara vez que son sabios"

Lin Yutang

23 de noviembre de 2012

John Donne (1572-1631)

 Solucione mi problema por el momento y vuelvo por ahora


 


 John Donne (1572-1631) estudió derecho en Oxford y en Cambridge, y siendo muy joven viajó por Italia y España. Proveniente de una familia archicatólica en tiempos de persecuciones, Donne se convirtió al anglicanismo para poder continuar con su ambiciosa carrera cortesana. Enrolado como soldado al servicio del Conde Essex, participó en las expediciones contra Cádiz y las Azores. Poco después de su conversión de conveniencia, hacia 1601, contrae matrimonio, sin haber obtenido el consentimiento paterno, con Ann More,  joven de 17 años, bien situada socialmente. Tras el ostracismo provocado por el escándalo social de su matrimonio, se ve alejado de la corte londinense y obligado a ganarse la vida como simple abogado. Poco a poco, va granjeándose el favor de la corte, se arrima a protectores como el terrateniente Sir Henry Goodyer, y tiene amoríos con la condesa de Bedford, intima amiga de la esposa del rey Jacobo, y a la que dedicó alguno de sus poemas. El cariz laudatorio que tomaron muchos de sus composiciones con el fin de encontrar valedores para su carrera cortesana, le llevó a escribir elegías de ocasión, género en el que se hizo célebre, especialmente por las elegías dedicadas a la hija, muerta prematuramente, de Sir Robert Drury. Fueron años éstos en los que recorrió el continente europeo formando parte del séquito de Sir Robert, antes de lograr instalarse en su añorada Londres. Ante la insistencia de la corte por hacerle ingresar en la carrera eclesiástica, única vía ya que le quedaba para  seguir medrando, el 23 de enero de 1615 se ordena sacerdote anglicano en la catedral de San Pablo. A partir del nombramiento de capellán real por parte del rey Jacobo, Donne sienta la cabeza y trueca sus poemas amorosos por otros de índole religiosa, volcándose con especial energía en la oratoria sagrada, que pone a prueba desde el púlpito. Pronto se gana fama como orador barroco y efectista hasta el punto de que su fama más temprana va ligada más a esta faceta que a su original poesía amorosa y metafísica.  Su célebre meditación XVII ”¿Por quien doblan las campanas?”, escrita con motivo de una epidemia de peste que asolaba Londres, y que a punto estuvo de acabar con la vida del poeta,  fue utilizada por Hemingway en ¿Por quien doblan las campañas?, como  sugerente título para una de sus novelas, mientras que los ecologistas la han utilizado como una”cita aldabón” para golpear las conciencias: ”Nadie es una isla, completo en si mismo; cada hombre es un pedazo del continente, una parte de la tierra. Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad. Por consiguiente, nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti”. Convertido ya en teólogo oficial de la corte, acaparador de dignidades eclesiásticas, y tan temido como admirado por su inflamada y barroca oratoria -T. S. Eliot le llegará a definir como “hechicero de una orgía de emociones”-, en 1621 es nombrado Deán de San Pablo.  Enfermedades y tribulaciones hacen que dedique sus últimos años a centrarse en temas como Dios, la muerte, el pecado y las vanidades humanas. Su último sermón -se dice que con lágrimas en los ojos, voz cavernosa y cara macilenta-, lo pronunció ante la corte en el invierno de 1631. Su poesía, para su tiempo incomprendida, resulta ahora paradójicamente contemporánea y de gran estima por los poetas modernos. El doctor Johnson consagró el desdeñoso término de “poeta metafísico” por adscribirse a una poesía a la que reprochaba unir conceptos difícilmente emparejables. Estas contradictorias ideas metafísicas que salpican profusamente sus poemas, son concretadas por una experiencia personal que logra dar materia a la palabra lírica. Despreciando la fluidez musical de sus antecesores renacentistas -Spenser y Sydney-, logra dar a sus versos una expresión directa y casi coloquial, con encabalgamientos y rupturas rítmicas que convierten sus poemas en dramáticos diálogos apasionados. Pese a que su poesía puede  parecernos un tanto oscura y desmañada, casi sin desbastar, su espontaneidad y sus imágenes insólitas hacen que su voz alcance un tono que hoy nos resulta sugerente.

6 de noviembre de 2012

Letra de una cancion


 repetí la letra por si alguien no la había leído, pero el blog sique suspendido.


Duele no tenerte cerca,
duele no escuchar tu voz,
duele respirar tu ausencia
pero duele mas decirte adiós.



Duele como muerte lenta,
la memoria de los dos,
la sangre ardía por mis venas,
pero hoy se seca sin tu amor

Miseria vivir rodeado de la melancolía
ven espera de ti de ti de ti y nadie mas
si me llamas voy a tu lado soy
todo por sentir el latir de tu corazón
si me dices no yo me parto en dos
prefiero decirte adiós

Duele no tenerte cerca,
duele no escuchar tu voz,
duele respirar tu ausencia
pero duele mas decirte adiós.

Duele como muerte lenta,
la memoria de los dos,
la sangre ardía por mis venas,
pero hoy se seca sin tu amor
miseria vivir rodeado de la melancolía
ven espera de ti de ti de ti y nadie mas
si me llamas voy a tu lado soy
todo por sentir el latir de tu corazón
si me dices no yo me parto en dos
prefiero decirte adiós
a tu lado soy
todo por sentir el latir de tu corazón
si me dices no yo me parto en dos
prefiero decirte adiós

2 de noviembre de 2012

Adiós, Fue un gusto, Haber compartido este blog. pero tengo que resolver asuntos pendientes, y mientras no los solucione no podré seguir con esto. Necesito pensar y entonces solo entonces podre continuar Todas las decisiones tienen consecuencias. Para tomar una decisión, cualquiera que sea su naturaleza, es necesario conocer, comprender, analizar un problema, para así poder darle solución. En algunos casos, por ser tan simples y cotidianos, este proceso se realiza de forma implícita y se soluciona muy rápidamente, pero existen otros casos en los cuales las consecuencias de una mala o buena elección pueden tener repercusiones en la vida A continuación un poema:

Duele no tenerte cerca,
duele no escuchar tu voz,
duele respirar tu ausencia
pero duele mas decirte adiós.



Duele como muerte lenta,
la memoria de los dos,
la sangre ardía por mis venas,
pero hoy se seca sin tu amor

Miseria vivir rodeado de la melancolía
ven espera de ti de ti de ti y nadie mas
si me llamas voy a tu lado soy
todo por sentir el latir de tu corazón
si me dices no yo me parto en dos
prefiero decirte adiós

Duele no tenerte cerca,
duele no escuchar tu voz,
duele respirar tu ausencia
pero duele mas decirte adiós.

Duele como muerte lenta,
la memoria de los dos,
la sangre ardía por mis venas,
pero hoy se seca sin tu amor
miseria vivir rodeado de la melancolía
ven espera de ti de ti de ti y nadie mas
si me llamas voy a tu lado soy
todo por sentir el latir de tu corazón
si me dices no yo me parto en dos
prefiero decirte adiós
a tu lado soy
todo por sentir el latir de tu corazón
si me dices no yo me parto en dos
prefiero decirte adiós

27 de octubre de 2012

Pablo Neruda / Oda al libro


Libro,
hermoso,
libro,
mínimo bosque,
hoja
tras hoja,
huele
tu papel
a elemento,
eres
matutino y nocturno,
cereal,
oceánico,
en tus antiguas páginas
cazadores de osos,
fogatas
cerca del Misisipí,
canoas
en las islas,
más tarde
caminos
y caminos,
revelaciones,
pueblos
insurgentes,
Rimbaud como un herido,
pez sangriento
palpitando en el lodo,
y la hermosura
de la fraternidad,
piedra por piedra
sube el castillo humano,
dolores que entretejen
la firmeza,
acciones solidarias,
libro
oculto
de bolsillo
en bolsillo,
lámpara
clandestina,
estrella roja.
Nosotros
los poetas
caminantes
exploramos
el mundo,
en cada puerta
nos recibió la vida,
participamos
en la lucha terrestre.
¿Cuál fue nuestra victoria?
Un libro,
un libro lleno
de contactos humanos,
de camisas,
un libro
sin soledad, con hombres
y herramientas,
un libro
es la victoria.
Vive y cae
como todos los frutos,
no sólo tiene luz,
no sólo tiene
sombra,
se apaga,
se deshoja,
se pierde
entre las calles,
se desploma en la tierra.
Libro de poesía
de mañana,
otra vez
vuelve
a tener nieve o musgo
en tus páginas
para que las pisadas
o los ojos
vayan grabando
huellas:
de nuevo
descríbenos el mundo,
los manantiales
entre la espesura,
las altas arboledas,
los planetas
polares,
y el hombre
en los caminos,
avanzando
en la selva,
en el agua,
en el cielo,
en la desnuda soledad marina,
el hombre
descubriendo
los últimos secretos
el hombre
regresando
con un libro,
el cazador de vuelta
con un libro,
el campesino
arando
con un libro.

25 de octubre de 2012

Ojitos de Pena- Max Jara (1886- 1965)


Ojitos de pena
carita de luna,
lloraba la niña
sin causa ninguna.

La madre cantaba,
meciendo la cuna:
“No llore sin pena,
carita de luna”.

Ojitos de pena,
carita de luna,
la niña lloraba
Ojitos de pena
carita de luna,
lloraba la niña
sin causa ninguna.

La madre cantaba,
meciendo la cuna:
“No llore sin pena,
carita de luna”.

Ojitos de pena,
carita de luna,
la niña lloraba
amor sin fortuna

“¡Qué llanto de niña,
sin causa ninguna¡”,
pensaba la madre,
como ante la cuna:
“¡Qué sabe de pena,
carita de luna!”

Ojitos de pena,
carita de luna,
ya es madre la niña
que amó sin fortuna;
y al hijo consuela
meciendo la cuna:

“No llore, mi niño,
sin causa ninguna;
¿no ve que me apena,
carita de luna?”

Ojitos de pena,
carita de luna,
abuela es la niña
que lloró en la cuna.
Ojitos de pena
carita de luna,
lloraba la niña
sin causa ninguna.

La madre cantaba,
meciendo la cuna:
Ojitos de pena
carita de luna,
lloraba la niña
sin causa ninguna.

La madre cantaba,
meciendo la cuna:
“No llore sin pena,
carita de luna”.

Ojitos de pena,
carita de luna,
la niña lloraba
amor sin fortuna

“¡Qué llanto de niña,
sin causa ninguna¡”,
pensaba la madre,
como ante la cuna:
“¡Qué sabe de pena,
carita de luna!”

Ojitos de pena,
carita de luna,
ya es madre la niña
que amó sin fortuna;
y al hijo consuela
meciendo la cuna:

“No llore, mi niño,
sin causa ninguna;
¿no ve que me apena,
carita de luna?”

Ojitos de pena,
carita de luna,
abuela es la niña
que lloró en la cuna.

Muriéndose, llora
su muerte importuna.
“¿Por qué llora, abuela,
sin causa ninguna?”

Llorando las propias,
¿Quién vio las ajenas?
Mas todas son penas,
carita de luna.
carita de luna,
lloraba la niña
sin causa ninguna.

La madre cantaba,
meciendo la cuna:
“No llore sin pena,
carita de luna”.

Ojitos de pena,
carita de luna,
la niña lloraba
amor sin fortuna

“¡Qué llanto de niña,
sin causa ninguna¡”,
pensaba la madre,
como ante la cuna:
“¡Qué sabe de pena,
carita de luna!”

Ojitos de pena,
carita de luna,
ya es madre la niña
que amó sin fortuna;
y al hijo consuela
meciendo la cuna:

“No llore, mi niño,
sin causa ninguna;
¿no ve que me apena,
carita de luna?”

Ojitos de pena,
carita de luna,
abuela es la niña
que lloró en la cuna.

Muriéndose, llora
su muerte importuna.
“¿Por qué llora, abuela,
sin causa ninguna?”

Llorando las propias,
¿Quién vio las ajenas?
Mas todas son penas,
carita de luna.
“No llore sin pena,
carita de luna”.

Ojitos de pena,
carita de luna,
la niña lloraba
amor sin fortuna

“¡Qué llanto de niña,
sin causa ninguna¡”,
pensaba la madre,
como ante la cuna:
“¡Qué sabe de pena,
carita de luna!”

Ojitos de pena,
carita de luna,
ya es madre la niña
que amó sin fortuna;
y al hijo consuela
meciendo la cuna:

“No llore, mi niño,
sin causa ninguna;
¿no ve que me apena,
carita de luna?”

Ojitos de pena,
carita de luna,
abuela es la niña
que lloró en la cuna.

Muriéndose, llora
su muerte importuna.
“¿Por qué llora, abuela,
sin causa ninguna?”

Llorando las propias,
¿Quién vio las ajenas?
Mas todas son penas,
carita de luna.
Muriéndose, llora
su muerte importuna.
“¿Por qué llora, abuela,
sin causa ninguna?”

Llorando las propias,
Ojitos de pena
carita de luna,
lloraba la niña
sin causa ninguna.

La madre cantaba,
meciendo la cuna:
“No llore sin pena,
carita de luna”.

Ojitos de pena,
carita de luna,
la niña lloraba
amor sin fortuna

“¡Qué llanto de niña,
sin causa ninguna¡”,
pensaba la madre,
como ante la cuna:
“¡Qué sabe de pena,
carita de luna!”

Ojitos de pena,
carita de luna,
ya es madre la niña
que amó sin fortuna;
y al hijo consuela
meciendo la cuna:

“No llore, mi niño,
sin causa ninguna;
¿no ve que me apena,
carita de luna?”

Ojitos de pena,
carita de luna,
abuela es la niña
que lloró en la cuna.

Muriéndose, llora
su muerte importuna.
“¿Por qué llora, abuela,
sin causa ninguna?”

Llorando las propias,
¿Quién vio las ajenas?
Mas todas son penas,
carita de luna.
¿Quién vio las ajenas?
Mas todas son penas,
carita de luna.
amor sin fortuna

“¡Qué llanto de niña,
sin causa ninguna”,
pensaba la madre,
como ante la cuna:
“¡Qué sabe de pena,
carita de luna!”

Ojitos de pena,
carita de luna,
ya es madre la niña
que amó sin fortuna;
y al hijo consuela
meciendo la cuna:

“No llore, mi niño,
sin causa ninguna;
¿no ve que me apena,
carita de luna?”

Ojitos de pena,
carita de luna,
abuela es la niña
que lloró en la cuna.

Muriéndose, llora
su muerte importuna.
“¿Por qué llora, abuela,
sin causa ninguna?”

Llorando las propias,
¿Quién vio las ajenas?
Mas todas son penas,
carita de luna.

24 de octubre de 2012

Nicanor Parra Manifiesto





Manifiesto

Señoras y señores Esta es nuestra última palabra. -Nuestra primera y última palabra- Los poetas bajaron del Olimpo. Para nuestros mayores La poesía fue un objeto de lujo Pero para nosotros Es un artículo de primera necesidad: No podemos vivir sin poesía. A diferencia de nuestros mayores -Y esto lo digo con todo respeto- Nosotros sostenemos Que el poeta no es un alquimista El poeta es un hombre como todos Un albañil que construye su muro: Un constructor de puertas y ventanas. Nosotros conversamos En el lenguaje de todos los días No creemos en signos cabalísticos. Además una cosa: El poeta está ahí Para que el árbol no crezca torcido. Este es nuestro lenguaje. Nosotros denunciamos al poeta demiurgo Al poeta Barata Al poeta Ratón de Biblioteca. Todo estos señores -Y esto lo digo con mucho respeto- Deben ser procesados y juzgados Por construir castillos en el aire Por malgastar el espacio y el tiempo Redactando sonetos a la luna Por agrupar palabras al azar A la última moda de París. Para nosotros no: El pensamiento no nace en la boca Nace en el corazón del corazón. Nosotros repudiamos La poesía de gafas obscuras La poesía de capa y espada La poesía de sombrero alón. Propiciamos en cambio La poesía a ojo desnudo La poesía a pecho descubierto La poesía a cabeza desnuda. No creemos en ninfas ni tritones. La poesía tiene que ser esto: Una muchacha rodeada de espigas O no ser absolutamente nada. Ahora bien, en el plano político Ellos, nuestros abuelos inmediatos, ¡Nuestros buenos abuelos inmediatos! Se refractaron y dispersaron Al pasar por el prisma de cristal. Unos pocos se hicieron comunistas. Yo no sé si lo fueron realmente. Supongamos que fueron comunistas, Lo que sé es una cosa: Que no fueron poetas populares, Fueron unos reverendos poetas burgueses. Hay que decir las cosas como son: Sólo uno que otro Supo llegar al corazón del pueblo. Cada vez que pudieron Se declararon de palabra y de hecho Contra la poesía dirigida Contra la poesía del presente Contra la poesía proletaria. Aceptemos que fueron comunistas Pero la poesía fue un desastre Surrealismo de segunda mano Decadentismo de tercera mano, Tablas viejas devueltas por el mar. Poesía adjetiva Poesía nasal y gutural Poesía arbitraria Poesía copiada de los libros Poesía basada En la revolución de la palabra En circunstancias de que debe fundarse En la revolución de las ideas. Poesía de círculo vicioso Para media docena de elegidos: "Libertad absoluta de expresión". Hoy nos hacemos cruces preguntando Para qué escribirían esas cosas ¿Para asustar al pequeño burgués? ¡Tiempo perdido miserablemente! El pequeño burgués no reacciona Sino cuando se trata del estómago. ¡Qué lo van a asustar con poesías! La situación es ésta: Mientras ellos estaban Por una poesía del crepúsculo Por una poesía de la noche Nosotros propugnamos La poesía del amanecer. Este es nuestro mensaje, Los resplandores de la poesía Deben llegar a todos por igual La poesía alcanza para todos. Nada más, compañeros Nosotros condenamos -Y esto sí que lo digo con respeto- La poesía de pequeño dios La poesía de vaca sagrada La poesía de toro furioso. Contra la poesía de las nubes Nosotros oponemos La poesía de la tierra firma -Cabeza fría, corazón caliente Somos tierrafirmistas decididos- Contra la poesía de café La poesía de la naturaleza Contra la poesía de salón La poesía de la plaza pública La poesía de protesta social. Los poetas bajaron del Olimpo.

17 de octubre de 2012

Descripción de la perfecta belleza. (Beschreibung vollkommener Schönheit) Christian Hofmann von Hofmannswaldau (1617-1679)


Descripción de la perfecta belleza.
(Beschreibung vollkommener Schönheit)
Christian Hofmann von Hofmannswaldau (1617-1679)

Un cabello que temerario a Berenice esquiva,
Una boca que exhibe rosas, plena de perlas,
Una lengua que emponzoña mil corazones,
Dos senos, donde el rubí alabastro tramaría.

Un cuello que en todo aventaja al cisne,
Dos mejillas, donde la majestad de Flora se agita,
Una mirada que derriba hombres, que convoca rayos,
Dos brazos, cuya fuerza al león han ejecutado.

Un corazón, del cuál no brota más que mi ruina,
Una voz, tan celestial que mi condena sentencia,
Dos manos, cuyo rencor al destierro me envían,
Y con dulce veneno la misma alma envuelve
Un adorno, así parece, en Paraíso creado,
De todo ingenio y libertad me ha privado.






Beschreibung vollkommener Schönheit

Ein Haar, so kühnlich Trotz der Berenice spricht,

Ein Mund, der Rosen führt und Perlen in sich heget,
Ein Zünglein, so ein Gift vor tausend Herzen träget,
Zwo Brüste, wo Rubin durch Alabaster bricht.

Ein Hals, der Schwanenschnee weit, weit zurücke sticht.

Zwei Wangen, wo die Pracht der Flora sich beweget,
Ein Blick, der Blitze führt und Männer niederleget,
Zwei Armen, derer Kraft oft Leuen hingericht,

Ein Herz, aus welchem nichts als mein Verderben quillet,

Ein Wort, so himmlisch ist und mich verdammen kann,
Zwei Hände, derer Grimm mich in den Bann getan

Und durch ein süßes Gift die Seele selbst umhüllet,

Ein Zierat, wie es scheint, im Paradies gemacht,
Hat mich um meinen Witz und meine Freiheit bracht.

14 de octubre de 2012

Cesare Pavese (9 de septiembre de 1908 - 27 de agosto de 1950). Escritor italiano.




VENDRÁ LA MUERTE Y TENDRÁ TUS OJOS

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos 
esta muerte que nos acompaña 
desde el alba a la noche, insomne, 
sorda, como un viejo remordimiento 
o un absurdo defecto. Tus ojos 
serán una palabra inútil, 
un grito callado, un silencio. 
Así los ves cada mañana 
cuando sola te inclinas 
ante el espejo. Oh, amada esperanza, 
aquel día sabremos, también, 
que eres la vida y eres la nada. 

Para todos tiene la muerte una mirada. 
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos. 
Será como dejar un vicio, 
como ver en el espejo 
asomar un rostro muerto, 
como escuchar un labio ya cerrado. 
Mudos, descenderemos al abismo.

 Verrà la morte e avrà i tuoi occhi

Verrà la morte e avrà i tuoi occhi-
questa morte che ci accompagna
dal mattino alla sera, insonne,
sorda, come un vecchio rimorso
o un vizio assurdo. I tuoi occhi
saranno una vana parola,
un grido taciuto, un silenzio.
Così li vedi ogni mattina
quando su te sola ti pieghi
nello specchio. O cara speranza,
quel giorno sapremo anche noi
che sei la vita e sei il nulla

Per tutti la morte ha uno sguardo.
Verrà la morte e avrà i tuoi occhi.
Sarà come smettere un vizio,
come vedere nello specchio
riemergere un viso morto,
come ascoltare un labbro chiuso.
Scenderemo nel gorgo muti.

9 de octubre de 2012

Jorge Bustamante (1949- )

Hace mas de un mes que desaparecí sin avisar, ahora anuncio que vuelvo el 14 de Octubre, por motivos de salud. Publiqué esto para mostrar que el blog sigue vigente

Jorge Bustamante (1949- )

De Vilnius a Trakái con Mizhelaities

A Tatiana Gordieiva 
después de tantos años.

El tren se desliza silencioso
sobre pequeños charcos de nieve diluida.
A lo lejos, cabañitas y dachas
exhalan un humo gris. La mañana es opaca,
la neblina se deshace estrepitosa
al estrellarse contra los carros y los ventanales
una calma extraña nos rodea.
Un hombre sentado al frente
elegante y de bigotes claros
lee un libro de poemas.
Es un libro grande, de pasta azul
y la figura de un hombre en la portada.
Tania se acerca y me susurra al oído:
“Son los poemas de Eduardas Mizhelaities”.
Callo. Miramos de nuevo el campo helado.
Al fondo, como un punto que va creciendo,
divisamos el hermoso castillo de Trakái.
El tren comienza a detenerse.
Por primera vez en todo el viaje
el hombre del bigote claro
alza los ojos y cierra el libro:
de Vilnius a Trakái leyó su Mizhelaities.

20 de agosto de 2012

Wislawa Szymborska / Primmer amor

 

PRIMER AMOR


Dicen
que el primero es el más importante.
Eso es muy romántico,
pero no en mi caso.

Algo entre nosotros hubo y no hubo,
sucedió y tuvo su efecto.
se consumó y se consumió

No me tiemblan las manos
cuando encuentro pequeños recuerdos
y un fajo de cartas atadas con una cuerda
–si al menos fuera una cinta–.

Nuestro único encuentro tras los años
fue una conversación de dos sillas junto a una fría mesita.


Otros amores
hasta ahora respiran profundamente en mí.
A éste le falta aliento para suspirar.


Y sin embargo justo así, como es,
puede algo que los otros no pueden todavía:
no recordado,
ni siquiera soñado,
me acostumbra a la muerte.

INSTANTE (2002) WISLAWA SZYMBORSKA


(TRADUCCIÓN DE GERARDO BELTRÁN Y ABEL A. MURCIA SORIANO)

6 de agosto de 2012

Wislawa Szymborska / Los castrados




Lo de los castrados es un lío de faldas; pero de faldas Papales .Y sino, veamos lo que nos cuenta Wislawa Szymborska en su Libro, Lecturas no obligatorias. Wislawa, durante unos años, colaboró con diferentes semanarios y revistas comentando obras que normalmente no acaparan la atención de los críticos y, se sirvió de ellas para hacer pequeñas narraciones sobre diferentes temas. Estos temas son la excusa para que la autora pueda dar su punto de vista. En este caso la pieza se titula Divas y la obra que utiliza es Ruiseñores de terciopelo y seda: La vida de las grandes prima donas, Walter Hass.

En el siglo XVI aún se pensaba que el que una mujer interpretase un papel femenino en un teatro respetable era algo escandaloso. Por el contrario, los hombres disfrazados de mujeres era algo normal. La ópera, que era por entonces una nueva forma musical originaria de ese siglo, respetaba igualmente esa dudosa idea sobre la decencia. Pero en el año 1600, a propósito del solemne estreno de Eurídice en Florencia una mujer interpretó el papel principal. Este escándalo solamente podía suceder lejos de la Roma papal, donde aún pasaría mucho tiempo antes de poder ver en escena a una mujer. Con el trascurso de los años, aquella prohibición romana se tornó cada vez más problemática, dado que el número de óperas aumentaba y la demanda de chicos que cantasen bien no dejaba de crecer, mientras la oferta no era muy grande y sobre ella siempre pendía la inevitable amenaza del cambio en la voz. Así que se empezó a castrar a los muchachos. ¿Qué no se haría con tal de mantener las buenas costumbres...? A partir de entonces, el papel de las gráciles ninfas, diosas y pastorcillas, lo desempeñaban inválidos obesos, más espigados que el resto, pero que poseían unas voces sobrenaturalmente bellas. Comenzaron a ser solicitados por todas las salas de opera europeas, incluso por aquellas en las que las mujeres ya habían sido más o menos aceptadas. Los castrados se convirtieron en una amenazadora competencia para el sexo débil, y como consecuencia de ello, las cantantes se veían obligadas con frecuencia a conformarse con el papel del sentimental galán. Esta situación acabó deviniendo en una feria. En Londres, aparecieron en una representación tantas cantantes con pantalones como castrados con crinolinas...

Y la historia continua, pero ahora son las mujeres las que llevando los pantalones. Hay casi cien relatos breves como este. La editorial es Alfabia

WISLAWA SZYMBORSKA / Dos puntos


Un poeta lee poemas a unos ciegos.
No se imaginaba que fuera tan difícil.
Le tiembla la voz.
Le tiemblan las manos.


Siente que cada frase
debe superar la prueba de la oscuridad.
Tendrá que arreglárselas sola,
sin luces ni colores.


peligrosa aventura
para las estrellas de sus poemas,
para la aurora, el arco iris, las nubes, los neones, la luna,
para los peces hasta ahora tan plateados bajo el agua
y los azores tan callados, altos en el cielo.


Lee -porque es ya demasiado tarde para no leer-
sobre el niño de la cazadora amarilla en el verde prado,
sobre los rojos tejados que se pueden contar en los valles,
sobre los vivaces números en las camisetas de los jugadores
y sobre una mujer desnuda tras una puerta entreabierta.


Quisiera omitir -aunque eso no es posible-
a todos aquellos santos en la bóveda de la catedral,
aquel gesto de despedida desde la ventana del vagón,
la lente del microscopio y el destello en el anillo,
y las pantallas y los espejos y el álbum con rostros.


Pero grande es la cortesía de los ciegos,
grandes su comprensión y su magnanimidad.
Escuchan, sonríen, aplauden.


Alguno de ellos incluso se acerca
con un libro abierto al revés
pidiendo un autógrafo invisible para él.



WISLAWA SZYMBORSKA. DOS PUNTOS. EDICIONES IGITUR

Wislawa Szymborska / Velada literaria



VELADA LITERARIA.
Musa, no ser un púgil es como no ser nadie.
Nos escamoteaste un público vocinglero.
En la sala hay una docena de personas,
es hora de comenzar.
La mitad vino por que llueve,
los demás son parientes. Musa.

Las mujeres están prestas a desmayarse en esta tarde de otoño,
y lo harán pero sólo en el combate de boxeo.
Sólo allí habrá escenas dantescas.
Y un tomar los cielos. Musa.

No ser un púgil, ser un poeta
con un veredicto condenado a duros Norwid*
y a falta de músculos enseñar al mundo
-en el mejor de los casos-
una futura lección escolar.
Oh Musa, Oh Pegasa,
ángel ecuestre.

En la primera fila un viejecito dulcemente sueña
que su difunta mujer salió de la tumba
para prepararle una tarta de ciruelas.
Con este fuego -poco, para que la tarta no se queme-
comenzamos la lectura. Musa.

SAL. (1962)

*Por Cyprian Norwind, poeta finisecular polaco, típico ejemplo del autor más valorado por la crítica posterior que por el público de su tiempo.

Traducción: Xaverio Ballester.

4 de agosto de 2012

Wislawa Symborka / Acontecimiento

Wislawa Szymborska
Gazella dorcas, leo massaicus.

Acontecimiento



Cielo, tierra, amanecer,
ocho y cuarto de la mañana.
Calma y silencio
en las amarillentas hierbas de la sabana.
 A lo lejos un ébano
de hojas siempre verdes
y extensas raíces.
 De repente una alteración de esa agradable quietud.
Dos seres con ganas de vivir que rompen a correr.
Una gacela en una repentina huida
y tras ella una leona jadeante y hambrienta.
Por un momento sus posibilidades son idénticas.
La que huye tiene incluso cierta ventaja.
Y si no fuera por esa raíz,
que sale del suelo,
por ese tropezón
de una de las cuatro patas,
por ese cuarto de segundo
de alterado ritmo
que aprovecha la leona
con un largo salto…
A la pregunta de quién es el culpable,
nada, sólo silencio.
Un cielo inocente, circulus coelestis.
Una inocente terra nutrix, la tierra nutridora. Un inocente tempos fugitivum, el tiempo.
Una inocente gacela, gazella dorcas.
Una inocente leona, leo massaicus. Un inocente ébano, diospyros mespiliformis.
Y un observador que mira con unos prismáticos,
en casos como éste
homo sapiens innocens.

30 de julio de 2012

Wislawa Szymborska / Alegria de escribir



ALEGRÍA DE ESCRIBIR


¿A dónde va la corza escrita por el bosque escrito?
¿A tomar agua escrita
que refleje su hocico puntualmente?
¿Por qué alza la cabeza? ;escucha algo?
Se apoya en cuatro patas que la verdad le presta.
Mueve bajo mis dedos una oreja.
Silencio, esa palabra, susurra en el papel
como las otras y remueve ramas
por las palabras del bosque cansadas.
En la hoja blanca de papel acechan
letras que pueden componerse mal,
frases que pueden ser un cerco
y no habrá salvación.
En la gota de tinta un regimiento
de cazadores enfocan la mira
listos para correr pluma empinada abajo,
cercar la corza y preparar el tiro.
Olvidan que esto no existe
Otras leyes gobiernan el blanco sobre negro
parpadeará el ojo el tiempo que yo quiera
y podré dividirlo en pequeñas eternidades
llenas de balas quietas en el aire.
Por siempre, si lo ordeno; nada pasará aquí.
Ni una hoja caerá si no lo quiero
ni las pezuñas hollarán la hierba
¿Existe pues un mundo sobre el cual
soy un destino independiente?
¿Ese tiempo al que une la cadena de signos,
existe bajo mis órdenes constantes?
La alegría de escribir.
La posibilidad de eternizar.
La venganza de una mano mortal.

29 de julio de 2012

Utopía El Gran número


Utopía



Una isla donde todo se aclara.
Ahí se pisa la tierra firme
de las pruebas.
Hay un solo camino, el de la llegada.
Los arbustos encorvados se pliegan bajo el peso
    de las respuestas.
Ahí crece el árbol de la Hipótesis Adecuada
con las ramas desenredadas desde siempre.
El árbol de la Comprensión, deslumbrante, recto,
junto al manantial que susurra: “Es así.”
Más se interna en el bosque, más se abre
el Valle de la Obviedad.
Si surge una duda, la desvanece el viento.
El eco, sin que nadie se lo pida, toma la palabra
    con ganas,
y aclara los misterios del mundo.
A la derecha, una cueva donde hay sentido.
A la izquierda, el Lago de la Profunda Convicción.
La verdad se desprende del fondo y ya flota en la
    superficie.
La Seguridad Intocable domina el Valle.
Desde su cumbre se contempla la esencia de las cosas.
A pesar de tantos atractivos la isla está despoblada,
y las pequeñas huellas de los pies, reconocibles
en la orilla,
se dirigen todas, sin excepción, al mar.
Como si sólo se hubieran ido desde allí
para volver a sumergirse, sin remedio,
en una vida inconcebible.

Wislawa Szymborska Dos Puntos



ABC

Ya nunca sabré
qué pensaba de mi A.
Si B. llegó a perdonarme de verdad.
Por qué C. aparentaba que no pasaba nada.
Qué papel jugó D. en el silencio de E.
Qué esperaba F., si es que esperaba.
Qué aparentaba G., a pesar de estar segura.
Qué quería ocultar H.
Qué quería añadir I.
Si el hecho de que yo estuviera a su lado
tuvo alguna importancia
para J., para K y para el resto del alfabeto.
*****

MAÑANA SIN NOSOTROS

Se espera una mañana fría y con nieblas
Por el oeste se avecinan nubes de lluvia.
La visibilidad será escasa.
Condiciones adversas para la circulación.
Según avance la jornada, la gradual
influencia de una cuña anticiclónica por el norte
hará posible algunos claros.
A pesar de ello, ráfagas fuertes y racheadas de viento
pueden ir acompañadas de tormenta.
Por la noche
cielos despejados en casi todo el país,
Sólo en la parte suroeste,
podrían darse algunas precipitaciones
.
Las temperaturas bajarán considerablemente
pero aumentará la presión atmosférica.
El día siguiente
se anuncia soleado,
si bien a los que siguen viviendo

todavía les será de utilidad el paraguas.
*****
EL VIEJO CATEDRÁTICO


Le pregunté sobre aquellos tiempos
en qué éramos aún tan jóvenes,
ingenuos, entusiastas, tontos, inexpertos.
Algo de eso ha quedado, excepto la juventud
-respondió.
Le pregunté si todavía sabe a ciencia cierta
lo que es bueno y malo para el hombre.
La más mortífera ilusión posible
-respondió.
Le pregunté por el futuro
si lo sigue viendo claro.
He leído demasiados libros de historia
-respondió.
Le pregunté por la fotografía
esa en el marco, sobre el escritorio.
Fueron, pasaron. Mi hermano, mi primo, mi cuñada
mi esposa, mi hijita sobre las rodillas de mi esposa,
el gato en los brazos de mi hijita,
y un cerezo en flor, y sobre el cerezo,
un pájaro volador no identificado
-respondió.
Le pregunté si es a veces feliz.
Trabajo
-respondió.
Le pregunté por los amigos, si todavía tiene.
Alguno de mis antiguos ayudantes,
que también tienen antiguos ayudantes,
La señora Ludmila, que gobierna en casa, alguien muy cercano, pero en el extrajero
dos señoras de la biblioteca, las dos sonrientes,
el pequeño gregorio de enfrente y Marco Aurelio
-respondió
Le pregunté por la salud y por su estado de ánimo.
Me prohíben el vodka, los cigarros
cargar recuerdos y objetos pesados.
Tengo que fingir que no lo oigo
-respondió
Le pregunté por el jardín y el banco en el jardín.
Cuando la noche es serena observo el cielo.
No deja de asombrarme cuantos puntos de vista hay ahí
-respondió.
*****

EL HORRIBLE SUEÑO DE UN POETA


Imagínate lo que soñé.
Aparentemente, todo como aquí.
El suelo bajo los pies, el fuego, el agua, el aire,
lo vertical, lo horizontal, el triángulo, el círculos
el lado izquierdo y el derecho.
El clima, soportable, los paisajes, nada mal
y muchos seres dotados de habla.
Sin embargo su idioma es distinto al de la tierra.
En las frases predomina el modo incondicional,
los nombres se ajustan estrictamente a las cosas,
nada que añadir, quitar, mover, cambiar.
El tiempo siempre como en el reloj.
El pasado y el futuro tienen un alcance limitado.
Para los recuerdos un único recuerdo transcurrido.
Para la previsiones, otro que justo comienza.
Palabras las necesarias. Nunca una de más.
Y eso significa que no hay poesía,
y no hay filosofía y no hay religión.
Este tipo de diabluras aún no entran en juego.
Nada que pueda sólo pensarse
o verse con los ojos cerrados.
Si hay que buscar, lo que está claramente al lado.
Si preguntan, aquello para lo que hay respuesta.
Mucho se sorprenderían
si supieran sorprenderse,
que en algún sitio existan motivos para sorprenderse.
La palabra “inquietud”, considerada por ellos obscena,
no tendría la osadía de estar en el diccionario.
El mundo se presenta claro
aún en la más profunda oscuridad.
Se ofrece entre todos a precios accesible.
Tras dejar la caja, nadie reclama el cambio.
En cuanto a los sentimientos, satisfacción y nada de paréntesis.
La vida en su punto -y punto.
y el zumbido de las galaxias. Confiesa que nada peor
le puede suceder a un poeta.
Y luego nada mejor que despertarse enseguida.
*****
LABERINTO

Y ahora algunos pasos
de pared a pared
por esta escalera hacia arriba
o por aquella hacia abajo
y luego un poco a la izquierda,
si no a la derecha del muro
al fondo del muro hasta el séptimo umbral,
de donde sea adonde sea,
donde se encuentran
para cruzarse
tus esperanzas, errores, fracasos,
pruebas, intentos y nuevas esperanzas.
Camino tras camino,
pero sin regreso.
Accesible sólo aquello
que tienes frente a ti y allí,
como consuelo vuelta tras vuelta, sorpresa tras sorpresa, tras la vista una vista. Y puedes elegir
donde estar o no estar, saltar, desviar,
con tal de no dejar pasar.
Así que por ahí o por ahí,
intuyendo, cruzando, a tientas y atinado,
por atajos enredados.
Por la fila siguiente de la fila, por corredores y puertas,
y rápido porque en el tiempo
siempre andas a destiempo
de un lugar a otro
a muchos que siguen abiertos
donde es oscuro e incierto
pero con luz y embeleso
donde es alegre y no alegre
por poco, tan cerca,
y en otra parte, otras partes,
aquí y allí, en cualquier parte,
dentro de lo malo no ha estado tan mal
como un paréntesis entre paréntesis
y todo bien a tu juicio
y de pronto un precipicio,
precipicio pero puente,
puente pero colgante,
colgante pero único,
porque otro no hay.

En algún lado debe haber una salida,
eso es más que seguro.
Mas no eres tu quie n la busca,
ella te busca a ti.
Es ella la que va
tras de ti desde el principio,
y este laberinto
no es una cosa que tú,
sólo tú, mientras se pueda,
sólo tú mientras sea tuya,
huída, huída-.

*****

ESTATUA GRIEGA

Con la ayuda de la
gente y otros elementos
el tiempo ha hecho con ella un buen trabajo.
Primero eliminó la nariz, después los genitales,
luego los dedos de las manos y los pies,
con el paso de los años los brazos, uno tras otro
el muslo derecho y el el muslo izquierdo,
los hombros, las caderas, las cabezas, las nalgas,
y lo ya caído lo ha hecho pedazos,
escombros, residuos, arena.


Cuando así muere alguien vivo
brota mucha sangre tras cada golpe,
las estatuas de mármol, sin embargo, mueren blancamente
y no siempre del todo.

De ésta que hablamos ha quedado el torso
y está como contenido en el esfuerzo de la respiración,
porque ahora debe
atraer
hacia sí, toda la gravedad y la gracia
del resto perdido y eso lo consigue,
sigue y deslumbra
deslumbra y perdura.

El tiempo

también merece una mención elogiosa
porque ha hecho una pausa
y algo dejó para después.

*****

AUSENCIA

Faltó poco

y mi madre podría haberse casado
con el señor Zbigmiew B de Zdumska Wola.
Y si hubieran tenido una hija, no habría sido yo.
Quizás habría tenido mejor memoria para los nombres y las caras,
y para las melodías oídas una sola vez.
Habría reconocido sin problemas qué pájaro era cada cuál. Habría tenido unas notas fantásticas de
Física y de Química,
peores de Lengua,
pero habría escrito a escondidas poemas
de entrada mucho más interesantes que los míos.

Faltó poco
y mi padre podía haberse casado en ese mismo momento
con la señorita Sadwiga R. de Zakopane.
Y si hubieran tenido una hija no hubiera sido yo.
Quizás habría sido más terca en lo de salirse con la suya.
Y se habría lanzado sin temor a aguas profundas,
capaz de abandonarse a emociones gregarias.
Vista permanentemente en varios lugares al mismo tiempo,
pero rara vez entre libros,
más a menudo en la calle jugando a la pelota con los chicos.
Quizás se hubieran encontrado ambas
en la misma escuela, en la misma clase.
Pero no habrían sid o amigas, no habrían tenido ningún parentesco,
y en las fotos de grupos estarían lejos unas de otras.
Niñas, poneos ahí
- habría dicho el fotógrafo-
las más bajas delante, las más altas detrás.
Y sonreíd cuando os de la señal.
Pero contad antes
si estáis todas.
- Si señor, estamos todas.
*****

FALTA DE ATENCIÓN

Ayer me porté mal en el cosmos.
Viví todo el día sin preguntarme nada,
sin sorprenderme de nada.
Realicé acciones cotidianas,
como si fuera lo único que tenía que hacer.
Aspirar, espirar, un paso tras otro, obligaciones,
pero sin pensamientos que fueran más allá
de salir de casa y volver a casa.
El mundo podría ser tenido por un mundo loco
y yo lo tuve para mi propio y trivial uso.
Ningún cómo, ningún porqué
o de dónde ha salido éste
o para qué quiere tantos impacientes detallles.
Fui como un clavo superficialmente clavado en la pared
o(aquí una comparación que no se me ha ocurrido)
Uno tras otro se fueron sucediendo cambios
incluso en el limitado campo de un abrir y cerrar de ojos.
En la mesa más joven, con una mano un día más joven
había un pan de ayer cortado de forma distinta.
Las nubes como nunca y la lluvia como nunca
porque era con otras gotas que llovía.
La tierra giraba sobre su eje
pero en un espacio abandonado para siempre.
Duró sus buenas 24 horas.
1.440 minutos de ocasiones.
86.400 segundos que mirar.
El cósmico savoir-vivre
aunque calle sobre nuestro asunto,
exige, sin embargo, algo de nosotros:
una cierta atención, un par de frases de Pascal
y una sorprendente participación en este juego
de reglas desconocidas.

26 de julio de 2012

La vida psíquica de las mascotas



En este libro de enfermedades caninas encontramos artículos sobre casi todas las afecciones humanas, desde la anemia hasta la ictericia. Los perros sufren y mueren de lo mismo que las personas. Incluso en esto se esfuerzan por acompañarnos. Naturalmente, sufren de un modo mucho más discreto: no nos hablan de su malestar, no mueren como consecuencia de una hipocondría insoportable, ni tampoco acortan sus vidas fumando cigarrillos o bebiendo vodka. Esto no significa que su salud sea estadísticamente mejor que la humana, ya que, además de las enfermedades que comparten con nosotros, hay otras que las sufren únicamente ellos. El libro, no sin motivo, tiene mas de cuatrocientas paginas y da la impresión de tratarse de una obra exhaustiva. Sin embargo, no lo es. El autor pasa por alto las enfermedades mas comunes entre los perros, es decir, todos los tipos de neurosis y psicosis. La medicina veterinaria antigua ni se molestaba en estudiarlas, pero, hoy en día, la vida psíquica de los animales domésticos se ha convertido en un campo de investigación muy interesante. Lástima que no podamos leer nada sobre ello en esta obra. Probablemente nos enteraríamos de que a nuestras mascotas no les resulta nada fácil vivir con nosotros. Durante toda su vida tratan de comprendernos, de adaptarse a unas normas de comportamiento que les son impuestas, de captar a través de nuestras palabras y gestos un sentido que les concierne. Esto supone un esfuerzo inmenso, una tensión constante. Cada vez que salimos de casa, el perro se desespera, pues cree que nos marchamos para siempre. Cada vez que volvemos es para el perro una alegría que linda con la conmoción: como si un milagro nos hubiese salvado. Estas bienvenidas y despedidas nos conmueven, pero deberían asustarnos también. Cuando nos marchamos durante algunas semanas, no podemos comunicar a nuestro perro qué día volveremos, como tampoco podemos consolarlo con una postal del viaje o una llamada telefónica. El perro esta condenado a una exasperación y eterna espera. Y no todo se acaba aquí: hay un centena de situaciones diferentes en las que el perro pierde ese equilibrio que sirve de constante balanza entre las exigencias de su propia naturaleza y un mundo humano que le es extraño. Al final, tarde o temprano, comienza a corretear detrás de su propia cola, circunstancia que, al contrario de lo que nos han dicho, no es un juego divertido, sino una señal de que nuestro pupilo esta perdiendo contacto con la realidad. En los humanos, dado que no tenemos cola, esta etapa de la enfermedad pasa inadvertida.

Humpy Dumpty

Es una corbata, hija, y una muy hermosa corbata, como tú dices. Es un regalo del Rey y la Reina Blancos [...] me lo dieron... como regalo de no-cumpleaños.
-¿Perdón?- dijo Alicia.
-No estoy ofendido- dijo Humpty Dumpty.
-Quiero decir, ¿qué es un regalo de no-cumpleaños?
-Un regalo que te hacen cuando no cumples años, por supuesto.
Alicia lo pensó un poco.
-Me gustan más los regalos de cumpleaños- dijo por fin.
-¡No sabes de qué estás hablando!- gritó Humpty Dumpty-. ¿Cuántos días tiene un año?
-Trescientos sesenta y cinco- dijo Alicia
-¿Y cuántas veces cumples años tú?
-Una.
-¿Y si le restas uno a trescientos sesenta y cinco, qué queda?
-Trescientos sesenta y cuatro, naturalmente.
Humpty Dumpty parecía dudar.
-Me gustaría ver eso escrito -dijo.
Alicia no pudo contener una sonrisa mientras sacaba su cuaderno de apuntes y hacia la cuenta para él:
365
- 1
----
364

Humpty Dumpty cogió el cuaderno, y lo miró cuidadosamente.
-Parece estar bien hecha...- empezó.
-¡Lo está mirando al revés!- interrumpió Alicia.
-¡Seguro que sí!- dijo jovialmente Humpty Dumpty, mientras ella se lo daba vuelta-. Ya me parecía que se veía un poco extraño. Como estaba diciendo, parece estar bien hecho... aunque no tengo tiempo para revisarlo a fondo ahora... Y eso demuestra que existen trescientos sesenta y cuatro días en los que podrías tener regalos de no cumpleaños...
-Sin duda -dijo Alicia.
-Y sólo uno para regalos de cumpleaños. ¡Debe ser la gloria para tí!
-No sé qué quiere decir con "gloria".
Humpty Dumpty sonrió desdeñosamente.
-Por supuesto que no... hasta que yo te lo diga. ¡Quise decir "debe ser un argumento aplastante para tí"!
-Pero "gloria" no significa "un argumento aplastante"- objetó Alicia.
-Cuando yo uso una palabra- dijo Humpty Dumpty, en tono algo despectivo-, esa palabra significa exactamente lo que yo decido que signifique... ni más ni menos.
-El asunto es- dijo Alicia-, si usted puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas distintas.
-El asunto es -replicó Humpty Dumpty- quién es el maestro aquí... eso es todo.

Carroll, Lewis: A través del espejo
Edicomunicación, Barcelona, 1999

Traducción: Jorge A. Sánchez
-It's a cravat, child, and a beautiful one, as you say. It's a present from the White King and Queen. There now! [...] They gave it me- Humpty Dumpty continued thoughtfully, as he crossed one knee over the other and clasped his hands round it-, for an un-birthday present.
-I beg your pardon?- Alice said with a puzzled air.
-I'm not offended- said Humpty Dumpty.
-I mean, what is an un-birthday present?
-A present given when it isn't your birthday, of course.
Alice considered a little.
-I like birthday presents best- she said at last.
-You don't know what you're talking about!- cried Humpty Dumpty. -How many days are there in a year?
-Three hundred and sixty-five -said Alice.
-And how many birthdays have you?
-One
-And if you take one from three hundred and sixty-five, what remains?
-Three hundred and sixty-four, of course.
Humpty Dumpty looked doubtfull.
-I'd rather see that done on paper -he said.
Alice couldn't help smiling as she took out her memorandum-book, and worked the sum for him:
365
- 1
----
364

Humpty Dumpty took the book, and looked at it very carefully.
-That seems to be done right -he began.
-You're holding it upside down! -Alice interrupted.
-To be sure I was! -Humpty Dumpty said gaily, as she turned it round for him.
-I thought it looked a little queer. As I was saying, that seems to be done right, though I haven't time to look it over thoroughly just now, and that shows that there are three hundred and sixty-four days when you might get un-birthday presents.
-Certainly -said Alice.
-And only one for birthday presents, you know. There's glory for you!
-I don't know what you mean by "glory" -Alice said.
Humpty Dumpty smiled contemptuously.
-Of course you don't, till I tell you. I meant "there's a nice knockdown argument for you!"
-But "glory" doesn't mean "a nice knockdown argument" -Alice objected.
-When I use a word -Humpty Dumpty said in a rather scronful tone- it means just what I choose it to mean, neither more nor less.
-The question is -said Alice -wheter you can make words mean different things.
-The question is -said Humpty Dumpty -which is to be master, that's all.

Carroll, Lewis: Through the Looking Glass
Wordsworth Edition Limited, Hertfordshire, 1993

25 de julio de 2012

Entremeses Miguel de Cervantes Mas Lecturas no obligatorias

Miguel de Cervantes


      El número de obras escritas por Cervantes no es tan desalentador como en el caso de Lope de Vega. Tampoco fueron apreciadas de la misma forma a través de las diferentes épocas. Los románticos vieron en La Numancia una obra maestra dentro del género de la tragedia. Hoy se suelen interpretar más sus comedias y, sobre todo, sus entremeses. Son campo abonado para la ingeniosidad escénica, poseen el germen de la espontaneidad, hay en ellos danza, música y canto. Tanto es así que resulta difícil creer que estas alegres piezas escénicas se engendraran en un calabozo. Pero tratándose de Cervantes, tampoco es para extrañarse: la primera parte del Quijote nació también en prisión. Muchos de sus contemporáneos lo hubiesen dado todo por ver, aunque fuera de lejos, el semblante del escritor español más grande. El carcelero gozaba gratis de tales vistas y, probablemente, no le provocaba ninguna emoción especial. Seguro que el censor de Madrid, el marqués de Torres, se sorprendió mucho al ver cómo unos distinguidos franceses estaban tan ansiosos de conocer al honorabilísimo don Miguel. ¿Quién? ¿Ese hambrón? ¿Ese vagabundo? ¿Ese manco? ¿Acaso no había nada mejor que ver en todo el Reino? Lástima que esa anécdota no llegara a sus oídos. Se hubiese podido convertir en otro entremés, quizás al nivel del mejor de esta selección, El retablo de las maravillas. Esta pequeña obra de teatro posee, como sostienen los investigadores, elementos autobiográficos. Es una réplica burlona a los exámenes de pureza racial a que fue sometido el autor durante la última etapa de su carrera como recaudador de impuestos. Pobre Cervantes. No consiguió en su vida nada más que eternidad.


Traducción del español y epílogo de Zofia Szleyen. Ilustraciónes  de Josef Wilkon. Cracovia. Wydawnictwo Literakle. 1967

24 de julio de 2012

Poemas de Adam Zagajewski: Autorretrato




Autorretrato

Entre ordenador, lápiz y máquina de escribir
se me pasa la mitad del día. Algún día se convertirá en medio siglo.
Vivo en ciudades ajenas y a veces converso
con gente ajena sobre cosas que me son ajenas. 
Escucho mucha música: Bach, Mahler, Chopin, Shostakovich.
En la música encuentro la fuerza, la debilidad y el dolor, los tres elementos.
El cuarto no tiene nombre.
Leo a poetas vivos y muertos, aprendo de ellos
tenacidad, fe y orgullo. Intento comprender
a los grandes filósofos -la mayoría de las veces consigo
captar tan sólo jirones de sus valiosos pensamientos.F
Me gusta dar largos paseos por las calles de París
y mirar a mis prójimos, animados por la envidia,
la ira o el deseo; observar la moneda de plata
que pasa de mano en mano y lentamente pierde
su forma redonda (se borra el perfil del emperador).
A mi lado crecen árboles que no expresan nada,
salvo su verde perfección indiferente.
Aves negras caminan por los campos
siempre esperando algo, pacientes como viudas españolas.
Ya no soy joven, mas sigue habil número de obras escritas por Cervantes no es tan desalentador como en el caso de Lope de Vega. Tampoco fueron apreciadas de la misma forma a través de las diferentes épocas. Los románticos vieron en La Numancia una obra maestra dentro del género de la tragedia. Hoy se suelen interpretar más sus comedias y, sobre todo, sus entremeses. Son campo abonado para la ingeniosidad escénica, poseen el germen de la espontaneidad, hay en ellos danza, música y canto. Tanto es así que resulta difícil creer que estas alegres piezas escénicas se engendraran en un calabozo. Pero tratándose de Cervantes, tampoco es para extrañarse: la primera parte del Quijote nació también en prisión. Muchos de sus contemporáneos lo hubiesen dado todo por ver, aunque fuera de lejos, el semblante del escritor español más grande. El carcelero gozaba gratis de tales vistas y, probablemente, no le provocaba ninguna emoción especial. Seguro que el censor de Madrid, el marqués de Torres, se sorprendió mucho al ver cómo unos distinguidos franceses estaban tan ansiosos de conocer al honorabilísimo don Miguel. ¿Quién? ¿Ese hambrón? ¿Ese vagabundo? ¿Ese manco? ¿Acaso no había nada mejor que ver en todo el Reino? Lástima que esa anécdota no llegara a sus oídos. Se hubiese podido convertir en otro entremés, quizás al nivel del mejor de esta selección, El retablo de las maravillas. Esta pequeña obra de teatro posee, como sostienen los investigadores, elementos autobiográficos. Es una réplica burlona a los exámenes de pureza racial a que fue sometido el autor durante la última etapa de su carrera como recaudador de impuestos. Pobre Cervantes. No consiguió en su vida nada más que eternidad.

Texto perteneciente a la segunda parte de Lecturas no obligatorias,
endo gente mayor que yo.
Me gusta el sueño profundo, cuando no estoy,
y correr en bici por caminos rurales, cuando álamos y casas
se difuminan como nubes con el buen tiempo.
A veces me dicen algo los cuadros en los museos
y la ironía se esfuma de repente.
Me encanta contemplar el rostro de mi mujer.
Cada semana, el domingo, llamo a mi padre.
Cada dos semanas me reúno con mis amigos,
de esta forma seguimos siendo fieles.
Mi país se liberó de un mal. Quisiera
que le siguiera aún otra liberación.
¿Puedo aportar algo para ello? No lo sé.
No soy hijo de la mar,
como escribió sobre sí mismo Antonio Machado,
sino del aire, la menta y el violonchelo,
y no todos los caminos del alto mundo
se cruzan con los senderos de la vida que, de momento,
a mí me pertenece.

Versión de Elzbieta Bortkiewicz





Canción del emigrado

En ciudades ajenas venimos al mundo
y las llamamos patria, mas breve es
el tiempo concedido para admirar sus muros y sus torres.
Caminamos de este a oeste, ante nosotros rueda
el gran aro del sol
ardiente, a través del cual, como en el circo,
salta ágilmente un león domado. En ciudades extrañas
contemplamos las obras de viejos maestros
y, sin asombro, en añejos cuadros vemos
nuestros propios rostros. Habíamos existido
antes, e incluso conocíamos el sufrimiento,
nos faltaban tan sólo las palabras. En la iglesia
ortodoxa de París los últimos rusos blancos,
encanecidos, rezan a Dios, varios lustros
más joven que ellos y, como ellos,
impotente. En ciudades ajenas
permaneceremos, como los árboles, como las piedras.

Versión de Elzbieta Bortkiewicz





Habla más suave

Habla más suave: eres mayor que aquel
que fuiste tanto tiempo; eres mayor
que tú mismo y sigues sin saber
qué es la ausencia, el oro, la poesía.

El agua sucia anegó la calle; una tormenta breve
sacudió esta ciudad plana, adormecida.
Cada tormenta es un adiós, cientos de fotógrafos
parecen sobrevolarnos, inmortalizar con flash
segundos de miedo y pánico.

Sabes qué es el duelo, la desesperación
violenta que ahoga el ritmo cardiaco y el futuro.
Entre extraños llorabas, en un moderno almacén
donde el dinero, ágil, sin cesar, circulaba.

Has visto Venecia, y Siena, y en los lienzos, en la calle,
jovencísimas, tristes Madonnas que ansiaban ser
muchachas normales y bailar en carnaval.

Has visto incluso pequeñas urbes, nada bonitas,
gente vieja extenuada por el sufrimiento y el tiempo.
Ojos de santos morenos brillando en iconos
medievales, ojos ardientes de bestias salvajes.

Entre los dedos cogías guijarros de la playa La Galere,
y de pronto sentías por ellos una inmensa ternura,
por ellos y por el pino frágil, por todos los que allí
estuvieron contigo y por el mar,
que aunque potente, es tan solitario.

Una ternura inmensa, como si fuésemos huérfanos
de la misma casa, para siempre apartados los unos de los otros,
condenados a breves momentos de visitas
en las frías cárceles de la actualidad.

Habla más suave: ya no eres joven,
el éxtasis ha de pactar con semanas de ayuno,
has de elegir y abandonar, dar largas

y hablar extensamente con embajadores de secos países
y labios cuarteados, has de esperar,
escribir cartas, leer libros de quinientas páginas.
Habla más suave. No abandones la poesía.

Versión de Elzbieta Bortkiewicz





Intenta alabar al mundo herido

Intenta alabar al mundo herido.
Recuerda los largos días de junio,
fresas silvestres, gotas rosadas de vino.
Los hierbajos que metódicamente invadían
las casas abandonadas de los desterrados.
Debes alabar al mundo herido.
Mirabas yates y barcos,
uno de ellos tenía que emprender un largo viaje,
al otro le aguardaba sólo la salobre nada.
Veías refugiados caminar hacia ninguna parte,
oías a los verdugos cantar
alegremente.
Deberías alabar al mundo herido.
Recuerda aquellos momentos, en la habitación blanca,
cuando estabais juntos y el visillo se movía.
Vuelve con la mente al concierto, cuando estalló
la música,
Recogías bellotas en el parque en otoño
y las hojas sobrevolaban girando las cicatrices de la tierra.
Alaba al mundo herido
y la pluma gris perdida por un mirlo,
y la luz delicada que vaga y desaparece
y regresa.

Versión de Elzbieta Bortkiewicz





Lienzo 

De pie, callado ante el cuadro sombrío, 
ante el lienzo que hubiera podido tornarse
abrigo, camisa, bandera,
pero en cosmos se había convertido.

Permanecí en silencio,
colmado de encanto y rebelión, pensando
en el arte de pintar y el arte de vivir,
en tantos días fríos y vacíos,

en los momentos de impotencia
de mi imaginación,
que como el corazón de la campana
vive tan sólo en el balanceo,

golpeando lo que ama
y amando lo que golpea,
y pensé que este lienzo
también hubiera podido ser mortaja.

Versión de Elzbieta Bortkiewicz





Oda a la suavidad

Los amaneceres son ciegos como gatitos.
Las uñas crecen confiadamente, aún
saben qué tocarán. Suaves
son los sueños y la ternura como niebla
suspendida sobre nosotros, igual que la campana de Sigismundo
antes que el frío la abrazase.

Versión de Elzbieta Bortkiewicz





Senza Flash

Senza flash!  «Sin flash!»
(exclamación que se oye a menudo en las galerías italianas)

Sin llama, sin noches de insomnio, sin ardor,
sin lágrimas, sin grandes pasiones, sin convencimiento.
Viviremos así: senza flash.

Queda y pausadamente, dócilmente, entre sueños,
las manos manchadas con la tinta negra de los diarios,
las caras grasientas de crema: senza flash.

Turistas sonrientes, camisas impecables,
Herr Lange y Miss Fee, Monsieur et Madame Rien
entrarán en el museo: senza flash.

Se detendrán ante el cuadro de Piero della Francesca, donde
Cristo, casi enajenado, surge de la tumba,
resucitado, libre: senza flash.

Quizás ocurra entonces algún hecho imprevisto:
se agite el corazón bajo el tejido suave,
se haga el silencio, destelle el flash.

Versión de Elzbieta Bortkiewicz





Una mañana en Vicenza

                                        (En memoria de Josif Brodski y Krzysztof Kieslowski)

El sol era tan tierno, tan delicado,
que hasta temíamos por él; un ademán incauto
podía rayarlo, incluso un grito -si alguien hubiera
querido gritar- lo habría puesto en peligro; tan sólo a las veloces golondrinas
de alas duras, como de hierro fundido,
se les permitía silbar en alta voz, porque vivieron
     su infancia
breve, en la inquietud de sus nidos de barro,
junto a sus hermanos, pequeños planetas locos,
negros como bayas silvestres.

En un pequeño café un mozo soñoliento -bajo sus ojos
las últimas sombras de la noche acumuladas- buscaba calderilla
en su bolsillo sin fondo, y el café olía a solemnidad
de tinta de impresión, a dulzura y a Arabia. El azul del cielo prometía
una larga tarde, un infinito día.
Te estaba mirando como si te viera por primera vez.
Y hasta las columnas de Palladio tenían aspecto
de recién nacidas, de recién surgidas de las olas del alba
como Venus, tu compañera mayor.

Empezar de nuevo, contar las pérdidas, contar a los caídos,
empezar el nuevo día, aunque ya no estéis, tú,
a quien dos veces enterramos y lloramos dos veces,
-viviste una vida dos veces más intensa que otros, en dos continentes,
dos idiomas, en la realidad y en la imaginación- y tú, de cara afilada
y una mirada que hacía crecer los objetos y los corazones
     (siempre demasiado pequeños).
No estáis, y por eso llevaremos a partir de ahora una doble vida,
en la luz y en la sombra a la vez, en el sol estridente del día,
en la frescura de los pasillos de piedra, en el duelo, en la alegría.

Versión de Elzbieta Bortkiewicz





Vaporetto

En el bolsillo de la cazadora encuentras
un pasaje azul para el vaporetto
(il biglietto, non cedibile).

El billete azul, poco mayor
que un sello de la República de Togo,
te promete un cambio, un viaje.

Se derrite la laca en el recuerdo,
se deshiela la almendra de la nieve alpina.
Ahora puede empezar la expedición.

Estás en Texas, en la tierra llana,
entre los robles eternamente verdes,
que no recuerdan nada.

Por canales estrechos navegarás
con !"alemas, a contracorriente;
y hallarás glaciares y grisura.

El billete reza: corsa semplice,
pero no menciona el desierto,
la monotonía del gravoso mar,

el deseo, el aduanero malicioso,
que no te espera sólo a ti,
islas de indiferencia y de cenizas.

Navegarás largamente. Quizás llegues
allí donde descansa el erizo de Venecia,
agua, encajes y oro.

Quizás llegues allí donde se alzan
las rojas torres de Venecia, torres fieles,
agujas de un compás perdido en el océano.

Versión de Elzbieta Bortkiewicz